Sofi, una niña de 11 años de Suiza, amaba el clima frío y la nieve.
Vivía cerca de los famosos Alpes suizos y era una excelente esquiadora de descenso en las pistas de la montaña Jungfrau.
Un día nevado, mientras bajaba por su pista favorita en Grindelwald, Sofi escuchó un débil sonido y notó algo moviéndose en la nieve.
Decidí cómo continúa la historia: